viernes, 20 de julio de 2012

Impronta Sexual en Animales

El fenómeno de la Impronta ( imprinting en inglés) lo conocemos todos por las famosas fotos de los patitos siguiendo a Konrad Lorenz como si fuera su madre. A esta conducta se le llama Impronta Filial, pero existen otros tipos de Impronta, entre ellos la sexual, que es de la que nos vamos a ocupar. Vamos a hablar en esta entrada de la Impronta Sexual en animales y hablaremos en una continuación sobre el caso humano.

Los etólogos observaron en pájaros que las preferencias sexuales se aprendían de los padres y hermanos durante un periodo sensible de la vida temprana y que estas preferencias se mantenían muy estables el resto de la vida. Es importante señalar que este aprendizaje tenía lugar antes de la maduración sexual, sin recompensa sexual, y parecía ser el resultado de la mera exposición. Dada la importancia de las preferencias sexuales para una reproducción sexual exitosa no sorprende que los organismos hayan desarrollado mecanismos para reconocer la edad, el sexo y la especie de una potencial pareja.

El mismo Lorenz estudió grajillas que habían sido criadas desde el nido por humanos, y observó que posteriormente cortejaban y tenían preferencia por humanos. la opinión actual entre los expertos es que la Impronta Sexual y la Filial son conductas independientes que se pueden aprender por separado, es decir seguir a un individuo como madre y tomar como objeto sexual a otro.

¿Qué es lo que se aprende?
1- que los animales quedan fijados a la especie con la que se crían. En experimentos en los que  los pinzones cebra son adoptados por pinzones bengalies estos desarrollan una preferencia por hembras bengalíes y no las de su propia especie. Parece que es la apariencia no solo de los padres sino también de los hermanos la que interviene en este proceso.
2- los experimentos demuestran también que la Impronta Sexual discrimina entre sexos. En especies que son dimórficas, con diferencias de forma y color entre el macho y la hembra como el pinzón cebra,  se ha observado que los pinzones machos desarrollan una atracción  por la morfología y colores de la madre y una aversión por los del padre.

3- Los animales cortejan a los miembros de la especie con la que se han criado, pero no a los individuos con los que se han criado. Es decir, que el fenómeno de la Impronta Sexual parece haber surgido para evitar emparejamientos tanto con especies distintas ( genes demasiado diferentes) como con familiares del sujeto ( genes demasiado parecidos). El llamado Efecto Westermarck observado en humanos, por el que los individuos criados juntos se evitan como pareja y que se ha demostrado de forma fehaciente en los kibuttz en Israel y en los matrimonios simpuas en Taiwan, puede encajar dentro de este fenómeno.

Se ha propuesto que la Impronta Sexual es un fenómeno que ocurre en dos fases. La primera es la fase de adquisición, que ocurre cuando el individuo es muy joven y la segunda es la fase de consolidación o estabilización y ocurre cuando el animal alcanza la madurez sexual y se expone a su primera relación sexual. Por lo tanto, la primera experiencia sexual puede consolidar o modificar la preferencia inicial. Esta secuencia es similar a la que ocurre con el aprendizaje de las canciones en los pájaros. En una primera fase se aprende una canción y se memoriza pero luego hay una fase motora en la que el pájaro intenta encajar su propia canción en esa plantilla que tiene memorizada. 

Por último, señalar que incluso después de la fase de consolidación se puede modificar la preferencia hasta cierto punto. Por ejemplo, si no están disponibles hembras de pinzón bengalí puede cortejar hembras de pinzón cebra, pero después de la fase de consolidación las preferencias suelen ser muy estables










2 comentarios:

Meltxor dijo...

"Cortejan a la especie con que se han criado, pero no con los individuos con los que se han criado".
Puedo entender el husmear canino, entre las faldas vaporosas de las chicas que se cruzan en los parques, y no así entre las piernas de sus dueñas.... ¿ O tal vez también ?

Ricardo Mena dijo...

El amor como sexual imprinting, con una función (fin teleológico) clara:
permanecer con la pareja y cuidar de los hijos. La incest avoidance
adaptation está determinada, sin duda, por la época del desarrollo.
La mente dice: "No tengas sexo con los que están contigo desde
pequeño. Busca otros de fuera." Esta adaptación no funciona con
la realeza. En la época helenística, por ejemplo, los Ptolomeos se
casaban entre sí. Esto, como vieron los Hapsburgo, tiene efectos
deletéreos nefastos. La prohibición del incesto, de esta manera,
se halla en la mente por experiencia y luego los que la han seguido
han tenido crías más sanas. Lo cual sanciona lo acertado del
pensamiento como correcto.

Aquí funciona la cultura y la naturaleza vis-à-vis de nuevo.
Los reyes se pensaban semidioses (o dioses), diferentes;
de modo que el incesto les parecía, no peligroso, sino
especialmente oportuno. Solo nosotros podemos reproducirnos
entre nosotros. Muchos vieron luego que esto no era una idea feliz.
Como dijo Feynman capitalizando a la naturaleza de forma algo
cercana al Spinozismo, "[N]ature cannot be fooled."

Yo a la naturaleza nunca la pongo en mayúsculas.
No me parece ni divina ni perfecta. Es simplemente una palabra
para indicar "la realidad material." Santayana, como buen materialista
inclusivo (naturalista), decía en su lugar: "matter cannot be cheated"
(Dominations and Powers (1951), Part 1, Chapter 11).